y seguiré esperando. como los amarillos del otoño, todavía palabra de amor ante el silencio, cuando la piel se apague, cuando el amor se abrace con la muerte y se pongan más serias nuestras fotografías, sobre el acantilado del recuerdo, después que mi memoria se convierta en arena, por detrás de la última mentira, yo seguiré esperando (L.Gª.Montero)
domingo, 8 de mayo de 2011
Y AHORA ME PREGUNTO
¿Cómo nacen los sueños,
Cuándo aparece ese manantial
que acaricia el pensamiento;
En que momento cambia la orientación
lo cotidiano para pasar a ser
duende especial,
mágico,
único?
Y ahora me pregunto
¿Por qué mueren los sueños?
En aquel pasillo del eterno abrazo
ya siempre llueve sobre nuestras pisadas
(A.A.M.) (c) 2011
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Precioso poema Ana, como siempre y un tema eterno. ¿Cómo nacen y por qué mueren los sueños? "Ya siempre llueve sobre nuestras pisadas...". Gracias.
ResponderEliminarCreo que la clave está en no preguntarse el por qué. La vida está llena de opuestos.
ResponderEliminarUn besazo Ana
Los sueños son siempre necesarios. En definitiva, soñar es hacer poesía aunque no sepamos.
ResponderEliminarY como tú bien sabes, la poesía es muy necesaria en la vida.
Un abrazo.
Bellísimo, precioso y bellísimo. Un mundo de preguntas por responder. Y lo bonito es que nunca se terminan ni las preguntas ni la capacidad de las respuestas. Alguien dijo que "cuando conocia todas las respuestas, el universo me cambió todas las preguntas".
ResponderEliminarUn besito Anuska.
Juanjo
Gracias Rafa, un tema eterno, nacen y mueren como todo en la vida, pero tan necesarios.
ResponderEliminarUn abrazo gracias por tu visita
Querida Aurora esa es la mejor postura para seguir caminando.
ResponderEliminarUn beso grande
Para mí fundamental Juan, exactamente igual que los sueños.
ResponderEliminarUn beso grande y gracias
Pues sí Juanjo y que no falten nunca las preguntas y la curiosidad para seguir aprendiendo y por supuesto soñando sueños.
ResponderEliminarBuena frase, un beso Juanjo y muchas gracias me alegra mucho que te guste
Anuska
Ana, yo no tiraría la toalla jamás , quizás peque de un optimismo excesivo, pero todo puede ser y más aun en los sueños, tal vez, tal vez llegue hasta los sueños tu precioso poema y les dé por deslumbrar tus pisadas con rayos ultravioletas o deslumbrarlos con unos precioso rayos de sol en un tímido crepúsculo del amanecer.
ResponderEliminarUn abrazo amiga, el anónimo
PD: Al final con tanto anonimato me creeré que no existo
Que bonito comentario me trae este "Anónimo", yo jamás tiro la toalla, aunque a veces flojee pero soy una luchadora siempre. Claro que existes, ahora solo te queda hacerte un blog de nuevo así podremos disfrutar de la belleza de tu palabra, que al menos yo echo de menos.
ResponderEliminarUn beso muy grande