a las miradas que ya no están
como un lienzo en el jardín,
en este atardecer de otoño
un viento sutil hace bailar
las ramas de los árboles,
removiendo rutinas y soledades.
Si pudiera,
si sólo pudiera por un instante
parar el tiempo entre mis manos,
abrazaría con fuerza
el recuerdo de aquel refugio de miradas.
Sí, lo se
abro tu puerta
y ya no hay nadie.
©AnaAgudo
Todos los derechos reservados
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Inevitablemente, el otoño te ha llevado hasta la tristeza.
ResponderEliminarBesos.
Un abrazo fuerte querido Juan, mas que tristeza un poso de melancolía, siempre me pasa en otoño y sobre todo al pasar cerca de la casa de mis padres, a ellos el poema y a todas esas miradas refugio que ya no están.
EliminarCuanto duelen esas puertas.... y qué tiernas palabras arrancan. Un besazo, Ana.
ResponderEliminarEL hueco frío de la ausencia <3 mil besos preciosa que bien que estés en casa
EliminarAna me ha alegrado mucho poder leer de nuevo tus poemas. Has estado en silencio demasiado tiempo y espero y deseo que escribas con mas frecuencia. Si tienes razón, el otoño siempre produce melancolía. Precioso tu poema que transmite la tristeza que sentimos al abrir una puerta y ya no encontrar lo que quisiéramos . Fue a pasar y no pasó, y estaba la puerta abierta.....y pasó nada más cerrar la puerta. Un beso.
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