Entonces
en ese momento justo
con la punta de los dedos
mojados por una lágrima,
pasó la última página de aquel libro.
Atrás quedaron tiempos de certezas,
alas cansadas de intentar volar un sueño
rotas de dolor en aquel acantilado,
arriesgando vida y vida
para alcanzar un soplo de ilusión,
un camino entre nubes.
Con la punta de los dedos
hoy dibuja un adiós en el viento,
como un latido de belleza entristecida.
(A.A.M. © 2012)