y seguiré esperando. como los amarillos del otoño, todavía palabra de amor ante el silencio, cuando la piel se apague, cuando el amor se abrace con la muerte y se pongan más serias nuestras fotografías, sobre el acantilado del recuerdo, después que mi memoria se convierta en arena, por detrás de la última mentira, yo seguiré esperando (L.Gª.Montero)
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Precioso y delicado el poema que pones hoy Ana, Enhorabuena por el.
ResponderEliminarBesos
Juanjo
Una vez más un poema precioso, Ana.
ResponderEliminar...por muy mal que pinten las cosas el sol nunca dice adios, quizás hasta luego...
Muchas gracias Juanjo, me alegra mucho que te guste.
ResponderEliminarGracias y besos
Es así Aurora, el sol sale cada mañana unas veces más brillante y otras menos pero ahí está, aunque otras cosas desaparezcan.
ResponderEliminarGracias un beso
MARAVILLOSA, ANA!!
ResponderEliminargracias Mayte, un beso enorme
ResponderEliminarÚnico testigo poderoso.
ResponderEliminarPercutor de almas.
Presunto culpable del incendio de cielo,
de cada tarde.
BELLÍSIMO.
Besote,
Ana.