
El mar
el viento mueve mi pelo,
caminamos sin rumbo,
como dos desconocidos
es la hora,
el tiempo se ha consumido,
nuestra vida se ha consumido,
adios
vuelvo a la vida,
ya sin tí, aunque siempre vivirás en mí (Poemas de adolescencia)
(A.A.M.)
y seguiré esperando. como los amarillos del otoño, todavía palabra de amor ante el silencio, cuando la piel se apague, cuando el amor se abrace con la muerte y se pongan más serias nuestras fotografías, sobre el acantilado del recuerdo, después que mi memoria se convierta en arena, por detrás de la última mentira, yo seguiré esperando (L.Gª.Montero)