Adornábamos de colores el rincón de las ilusiones,
de los sueños que entonces compartíamos,
todo preparado para un tiempo sin fin,
viviendo amaneceres.
Círculos y círculos que encierran quimeras,
la soledad de esta hoja suicida que arrastró el viento
clama en un lamento deseos de un mañana,
mientras se ahoga en la oscuridad del olvido,
seca, sin un aliento de caricia.
Ruido de cristales en una noche de niebla,
sin destino
@Ana Agudo
Sin un aliento de caricia, pero con el cariño de aquellos que seguimos y comulgamos con tus poemas.
ResponderEliminarBesos.
Un abrazo Juan gracias
EliminarTodo oscuro, todo claro: el mismo viento de siempre que siempre pasa de largo. Magnífico tu poema CIRCULOS; es cierto el viento lo arrastra todo, ilusiones y sueños compartidos, incluso aquel soñado futuro roto después por el presente. No dejes de publicar, te leo y te siento mas cerca. Un beso.
EliminarEra una hoja suicida, y tú le diste cobijo...
ResponderEliminarTus versos huelen a otoño, Ana.
Un beso.
Mil besos preciosa. Gracias por venir
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