Ya siempre la sed
de las palabras repetidas,
las calles vacías de ellos
a la hora de comer,
la luz apagada de las miradas
y el tacto seco de un abrazo,
en aquellos espacios pequeños
iluminados por la vida entonces,
muertos ahora de soledad.
Desde lejos se observan
los fríos ojos del olvido,
oscura su mirada,
mientras balancea
la marioneta de otra historia,
otra historia, otra vida.
(A.A.M.) © 2013
Es el paso del tiempo el que hace que la memoria se haga olvido.
ResponderEliminarY en efecto, somos marionetas en manos de ese tiempo.
Mucha tristeza en tu bello poema.
Un abrazo.
Tristeza por que si algo merece olvido es que nunca debió ser.
ResponderEliminarMe alegra que te parezca bello el poema, siempre digo que a veces la belleza está en momentos de melancolía y de tristeza del pasado y que a uno le hacen crecer y seguir.
Otro abrazo para ti Juan muchas gracias
Cuantas vidas puede encerrar una historia... cuantas historias una vida.
ResponderEliminar¡Besos preciosa!
A veces encierra una vida entera Magda, muchos besos para ti poeta
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