Al despertar
había una alegre sinfonía de pájaros,
aún con frío
cantaban un canto alegre.
La hostilidad del tiempo y de la vida
no ahogaban su canto,
un canto libre.
Y yo hoy se
que ya no tengo lágrimas,
no, al menos aquellas lágrimas,
que ya no está en ninguna mano
el interruptor de mi sonrisa.
Voy paso a paso
cada día más firme,
he notado el aire frío
acariciando mi cara
y dibujando otra sonrisa.
Aún es visible la cicatriz,
siempre lo será,
pero tengo toda la movilidad…
Y ya no duele.
(A.A.M.) © 2013
ES QUE...HASTA EL DOLOR MENGUA CUANDO LA PAZ INTERIOR ACOMPAÑA, AMIGA ANA.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la fotografía que acompaña a tu poema, describe muy bien lo expresado en tus versos.
Un cálido abrazo
Fina
Nada duele eternamente. Slo se necesita el suficiente tiempo y silencio. Me alegro Amiga AnusKa que tu dolor sea cual sea haya desaparecido y hayas recuperado la movilidad, el paso firme, el canto alegre. En ese estado se es mas libre y nada hay mas bonito que la libertad. Un beso y mucho cariño. Los amigos están en los momentos difíciles para ayudar y también ¡que cojones! para brindar... con Champagne rosé en copas de Klimt... por supuesto. Un besazo muy fuerte
ResponderEliminarSe me olvidaba... y ahora a lucir tu sonrisa, bella entre las sonrisas bellas. Otro beso... Chao Chao
EliminarAsi es Fina, muchas gracias, paz y libertad
ResponderEliminarUn beso y gracias de nuevo
Muchas gracias Juanjo puede ser la cicatriz de mi fractura de pinrel por ejemplo o cualquier otra cicatriz interna..... el poema solo trata de hablar de un nuevo estado, de volver a escuchar lo que hay a tu alrededor y llorar claro que si, llorar pero no de dolor, si de emoción, en ocasiones uno pasa épocas que oprimen, nunca he dejado de sonreír aún en mis momentos peores.
ResponderEliminarUn beso Juanjo chao chao ..... :-) y una sonrisa
Seguro que la cicatriz seguirá ahí para siempre, pero ya es un triunfo que hayas aprendido a sonreír a pesar del hondo dolor que siempre está latente. Hay que afrontar la vida con la ilusión renovada de nuevos amaneceres y tú ya has dado el paso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro que si Juan, en ocasiones la escalera es muy empinada y los acontecimientos se suceden y te dejan en lo más hondo casi sin salida, pero poco a poco, con fuerza, voluntad y cariño voy tocando con la punta de los dedos de nuevo pequeñas ilusiones, afrontando la vida y sus pérdidas.... despacio pero voy caminando aunque esté siempre la cicatriz o cicatrices, nunca he dejado de sonreir, creo que es algo que heredé de mi madre y se que a ella le gustaba mucho mi sonrisa y mi alegría.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Hay interruptores que nunca deberían estar en modo "off"...
ResponderEliminarBesos preciosa!
Un beso Magda, gracias :-)
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