Hoy se ha ahogado mi mirada
en un vaso de agua.
Definitivamente,
sin retorno.
He decidido que esta lágrima
sea la última de su especie.
Miro a través de mi ventana,
llueve,
ahora estoy recordando aquellos ojos y otra lluvia,
que como hoy golpeaba rabiosa el cristal.
Apuro mi café cortado…
con lágrima.
(A.A.M.) © 2012
"Definitivamente,/sin retorno./He decidido que esta lágrima/sea la última de su especie." Eso está bien. deja las lágrimas aparcadas y entrégate a la alegría. Se que es dificil, que no todo el mundo sabe encontrarla, pero creeme, merece la pena. Besos Anuski
ResponderEliminarNo es tan sencillo Juanjo, no es tan sencillo, me alegro que tu hayas sabido encontrarla y sin duda merece la pena, lo que ocurre es que a veces la vida te va poniendo zancadillas y no es tan fácil estar alegre, aunque una lo sea por naturaleza.
ResponderEliminarUn beso, gracias
Metafórico poema el tuyo, amiga Ana. Esa lágrima que escuece ahogándola con el propio dolor. Tal vez esa sea la única forma de que el dolor fenezca engullido por su propia medicina y la sonrisa empiece a ocupar su lugar.
ResponderEliminarUn abrazo
FINA
A partir de ahora, solo cortados "tocados" de alegría.
ResponderEliminarLa lluvia triste tras la ventana pasará y pronto saldrá de nuevo el sol.
Un abrazo.
Un beso Fina, me gusta tu reflexión gracias por tu visita un beso
ResponderEliminarClaro que si querido Juan, cada amanecer es una nueva posibilidad, las ausencias y los recuerdos siempre nos acompañan pero llega un momento que ya no duelen.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti y muchas gracias