todavía te sueño,
no hay un sueño que tú no habites.
Te hablo
en silencio todavía te hablo
y escribo sin querer
lo que ya no leen tus ojos
en mis ojos.
Mi boca
vocaliza tu nombre,
todavía vocaliza tu nombre
pero sin sonido.
Se va borrando tu rostro sin quererlo
y esa mirada tuya cuna de abrazo,
pero no se me va el recuerdo de mi mano,
está aquí,
fuerte,
apretado.
No existe el olvido
en estas aceras de mi corazón.
(A.A.M.) © 2012
Precioso Anuska. Precioso. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo
No, no existe el olvido y bien que lo versas tú Ana.
ResponderEliminarMuy emotivo este poema.
Besos.
Me alegra mucho que te guste, muchas gracias
ResponderEliminarOtro abrazo enorme para ti Juanjo
Gracias Tomás, aunque parezca que uno ha olvidado un olor, una calle, una palabra, un libro te pone en pie todos los recuerdos y te miran.
ResponderEliminarBesos
Añoranzas envueltas en besos y caricias que no se borran son tus versos, amiga Ana.
ResponderEliminarUn abrazo
FINA
Gracias Fina, que bonito cuando te acaricia un verso.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay recuerdos que jamás podrán olvidarse, porque, como en este caso, son parte de la propia vida.
ResponderEliminarTu bello poema, es como un abrazo que nunca has dejado de dar.
Recién llegado después de una obligada parada, me encuentro con la belleza acostumbrada de tus versos.
Un abrazo.
Mil gracias querido Juan por pasarte por aquí a mi siempre me alegra tu regreso, precisamente al abrir hoy esta venta he visto que de nuevo habías aparecido con el otoño.
ResponderEliminarHay abrazos que siempre están y recuerdos que se llevan tatuados en la piel y en la mirada.
Un abrazo muy fuerte, estoy contenta con tu regreso
Hay presencias que, aunque pasaron de largo, nunca se marchan, creando una piel de nostalgia que recubre la propia... Dulcemente melancólicas tus palabras. Un beso.
ResponderEliminarUn beso Magda, que bonito comentario y cuánta verdad, la melancolía cuando es dulce ya no hace daño, todo pasa...
ResponderEliminarGracias