La oscuridad del día,
los pájaros negros del invierno
que habitan el camino sin regreso
hacen el aire irrespirable.
Se me vuelan las hojas
donde escribí tantos poemas,
las dejo ir tranquilamente,
son como un lastre asfixiante
que lo oscurece todo.
Yo se que este nudo de silencio
que algunas veces me oprime,
se deshace con tu mirada.
Gorriones y flores viven en mi
en esta tarde gris,
si tú estás a mi lado.
©AnaAgudo